En la década del 60 la onda expansiva del rock logró traspasar la cortina de hierro, materializándose en dos capas diferentes: por un lado la de aquellos discos lanzados por el gigantesco sello discográfico estatal «Melodiya» (Мелодия), y por el otro la de las importaciones y/o grabaciones ilegales. Es que en la Unión Soviética, la música que se editaba y se tocaba en vivo estaba regulada por el estado.
Algunos artistas locales adhirieron a este género ya a fines de dicha década, pero fue recién en los años 80 que los mecanismos oficiales de control de la música se flexibilizaron, dando lugar a una movida próspera.
En esta oportunidad elegí tres bandas que me parece que dan un panorama general del tema:
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