milonga

La escena tanguera en Rusia

A pesar de haber vivido siempre en Buenos Aires, ironicamente la primera vez que intenté aprender algunos movimientos tangueros fue hace unos años atrás en Moscú. En ese tiempo una amiga organizaba milongas en esa ciudad y pensó que sería interesante para los participantes poder interactuar con un argentino, aunque no supiera ni dar los pasos de principiante. Me negué un par de veces, imaginando lo incómodo que me sería repetir constantemente «sí, soy de Buenos Aires, pero no sé bailar tango«, pero al final acepté, la pasé muy bien con la gente, y hasta tomé mi primera clase introductoria.
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