En la imponente Plaza Roja de Moscú generalmente llaman la atención tres grandes construcciones: el Kremlin, la catedral de San Basilio y el centro comercial GUM, pero poco se habla del monumento que se encuentra en la entrada de dicho seo.
Se trata de la estatua dedicada a Kuzmá Minin y Dmitri Pozharski, quienes supieron, allá por 1612, expulsar de Moscú a las fuerzas de ocupación polaco-lituanas gracias a la exitosa formación de un ejército popular que, con voluntarios de diferentes clases sociales, se enfocó en preservar la unidad rusa en un momento clave.
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