De compras en el supermercado

Convengamos que los supermercados tienen más o menos la misma onda en cualquier parte del mundo. Si a esto le sumamos que hay varias cadenas que funcionan a nivel global, podría parecer que un paseo por estos lugares no nos aporta nada nuevo. Pero para un observador compulsivo como yo, cualquier tarde de compras puede terminar dejándome algo minimamente interesante.

Desde que Rusia empezó a aplicar restricciones a la importación de ciertos productos, principalmente desde Europa (leer nota sobre las sanciones), la procedencia de muchos de ellos ha cambiado por países con los que existen mejores relaciones. Argentina es uno de ellos.

Por ejemplo, recuerdo que ya hace algunos años de vez en cuando veía vinos argentinos en venta. Ahora sucede más seguido, pero pienso que, siendo Argentina el primer productor vitivinícola de Sudamérica, la presencia debería ser incluso mayor. Chile en ese sentido ha sabido posicionarse mejor.
Vino argentino en el supermercado

Para acompañar el vino, por qué no, un riquísimo queso parmesano cordobés:
Queso cordobés en el supermercado

Pero no sólo nuestro país se ha visto beneficiado por esta situación. Serbia, un viejo aliado eslavo de Rusia, también ha incrementado su participación en el mercado local, proveyendo sobre todo verduras y frutas:
Manzanas serbias en el supermercado


Una de las cosas que más me llamó la atención las primeras veces fue que en algunos supermercados, en la sección de sueltos, la gente por su cuenta se sirve en una bolsita, luego la pesa, digita el código del producto en una balancita, toma el papel autoadhesivo emitido y lo usa para sellarla. Todo esto sin ningún control ajeno. Genial.
Dulces para elegir en el supermercado

Balanza de supermercado


Es la parte de la panadería la que me da un poquito de impresión. Es que practicamente todo lo que ahí se vende está envasado; me imagino la producción en serie e inevitablemente extraño las panaderías.
Panadería en el supermercado


Por último, quiero decir que nunca en otro país había visto tantas góndolas repletas de incontables variedades de embutidos y fiambres. Lo que se ve en la foto es solamente un cuarto o un quinto del total en un supermercado grande:
Embutidos y fiambres en el supermercado