Vivir en el marco de una crisis económica o con la idea de que se aproxima una es algo con lo que los argentinos sabemos lidiar, y desde hace algunos años la fragilidad del sistema capitalista se está ocupando de poner incluso a los países economicamente dominantes en el lugar que antes ocupaban economías golpeadas, con altos niveles de desempleo, entre otros males.
En este contexto, intentar que los precios fluctuen de acuerdo a un ritmo de inflación razonable no es tarea fácil. Por ejemplo, en Argentina, el gobierno decidió aplicar un programa de acuerdos con comerciantes llamado Precios Cuidados.
En nuestras cabezas la relación producto-precio es variable, dinámica (en una dirección opuesta a nuestro beneficio como consumidores, claro), porque así funciona el capitalismo, pero a continuación les voy a mostrar ejemplos de que en otra época, bajo otro sistema, era posible asociar un objeto a su valor comercial de la forma más jugada. ¿Dónde? En la Unión Soviética:
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